jueves, 12 de agosto de 2010

Una vez más sobre Crepúsculo




Crepúsculo, un amor peligroso", publicado en el 2005, es el best-seller de la estadounidense Stephenie Meyer, quien hoy en día es una de las autoras más aclamadas por el público adolescente y pretende con su éxito dejar una marca que, tal vez, llegue en algún momento a desbancar al mundo mágico de J.K Rowling.
La obra, primer tomo de la saga que comprende cuatro novelas; enmarca dentro de sus páginas una fusión entre romance, aventura y fantasía. Todo comienza cuando Bella Swan se muda a la casa de su padre, en la húmeda ciudad de Forks y se enamora del misterioso joven Edward Cullen, quien resulta ser un vampiro de 108 años de edad. De esta manera, la protagonista entra en una especie de obsesión que mantiene al lector atrapado en la narración mediante una prosa sencilla, en primera persona.
Stephenie Meyer ha declarado en varias entrevistas que la idea de la historia llegó a ella en un sueño sobre una chica y un vampiro que discutían sobre las dificultades de su amor. A pesar de su poca experiencia en la escritura, pudo terminar la novela en tres meses y firmó un contrato de tres libros con la editorial Little, Brown and Company por $750.000, la cual es una cantidad bastante alta para un escritor novato.
No se podría catalogar a Crepúsculo dentro del género fantástico, sino dentro de la novela romántica. La historia es capaz de transmitir con nitidez los problemas y emociones de la adolescente, el enamoramiento precipitado hacia Edward; sin embargo, existen algunos momentos, en que la protagonista presenta datos que difícilmente podría saber.
Hay ciertos detalles en relación con la credibilidad (dentro de lo real) que puede tener la novela, por ejemplo la poca importancia que le da Charlie Swan a su hija y sobre todo, algunos sucesos que ocurren en Forks, considerando que es el sheriff del pueblo. Estos fragmentos suelen distraer y molestar la historia bien elaborada. Además el mensaje que deja en los adolescentes no es el más adecuado, pues el amor que Bella siente por Edward parece irse hacia lo obsesivo; sin mencionar que al final de la saga, la protagonista sale embarazada con sólo 18 años, lo cual es considerado un embarazo precoz.
Crepúsculo resulta entretenido, ameno y ligero, debido a que la autora tomó en cuenta que la mayoría de sus lectores serían adolescentes. No obstante, la trama completa puede pecar a veces de falta de originalidad; el estereotipo de personajes, las historias de amor imposible, los príncipes azules y triángulos amorosos son temas repetidos hasta el cansancio, que generan una gran cantidad de público e histeria.
De esta manera, la novela es simplemente parte de la literatura comercial, sus frases no son muy inteligentes, no existe nada complejo o novedoso, incluso hasta los momentos de humor e ironía pecan por ser poco creativos. Como consecuencia se han generado muchas opiniones acerca de la escritura de la autora; Stephen King, el maestro del terror y el suspenso, ha comentado al respecto y ha calificado a Meyer de ser una mala escritora.
En la última parte de la novela, la autora aparta el romance al estilo princesas Disney para abordar una subtrama de violencia a cargo de vampiros menos "civilizados" que los Cullen, lo cual que parece desviar completamente la historia, trastocando de forma radical el ambiente sentimental y dulzón.
Para concluir, tengo que reconocer que, pese a su carencia de innovación y acción, la novela posee un “algo” que consigue engancharte desde el inicio. Quizás es su facilidad en el relato o la evocación del sueño ficticio de un amor perfecto. No obstante, pienso que Meyer debería pensarlo de nuevo antes de afirmar que “Crepúsculo” es una novela dirigida a los adolescentes, pues rompe por completo con los valores de la sociedad y sí, ¡da muy malos ejemplos!

Por ello les advierto a los padres: la televisión y el internet no es lo único que deben supervisar, los libros también cuentan.

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