martes, 18 de noviembre de 2008

¿Para qué? ¿Con qué fin?

Vivir sin vida...

A veces se pasa por la vida como si fuera algo tan simple y sin importancia.
Y sí, es verdad, la vida es algo muy simple y natural, pero no le damos la importancia que se merece.

Vivimos preocupados por tonterías del pasado que ya no nos pertenecen y cosas del futuro que jamás tendremos, cuando lo más importante es disfrutar el ahora, el cual es el único que existe para nosotros.

Resumiendo, en realidad pasamos la vida sin vivir, tomando todo con tanta naturalidad como si se tratara de algo común, y la verdad es que no lo es, la vida es un milagro, por eso hay que admirarla y agradecerla a cada segundo.

Hay tantas cosas innecesarias por las que nos preocupamos; lo material suele presentarse entre nuestras prioridades, dejando a un lado la verdadera esencia del ser humano, la cual es el amor incondicional. Por supuesto, esto no quiere decir que sea malo tener muchas cosas o mucho dinero, al contrario; pero lo que si es inconveniente es apegarse, sin comprender que al final del río no nos llevaremos ni la más mínima parte.

De qué sirve buscar el sentido de la vida, si la vida misma la perdemos en la búsqueda.
De qué sirve estar molestos con alguien, si la otra persona jamás le importó las razones por la cual estamos así.
De qué sirven las clases de historia si nunca estuvimos conscientes de las cosas que hicieron nuestros padres por nosotros.
De qué sirve matarse trabajando si no se podrá gozar luego de los beneficios, porque se estará demasiado preocupado a causa de la inseguridad, y la psicosis será tan grave que ni en la galaxia más lejana se estará tranquilo.
De qué sirve graduarse de sumacunlaude si no fuimos capaces de disfrutar con alegría los 5 años en la universidad al lado de nuestros amigos.
De qué nos sirve llenar nuestra mente con la gramática más compleja, si nunca pudimos decir con nuestro corazón un simple pero sincero "te amo"
De qué sirve acumular y acumular objetos valiosos para luego no poder disfrutarlos.
De qué sirve poder hablar en público, si jamás dijimos nada que valiera la pena.
De qué que sirve conocer sobre temas inútiles, si lo que de verdad importa nunca lo conocimos.


De que sirven todas esas cosas si nunca fuimos felices, ni vivimos con intensidad cada día

¿Para qué? ¿Con qué fin?

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